Stop.

Siempre yo. Ya sé que tengo defectos, y más que nadie puede, pero joder, ¿me los tienes que restregar día sí, y día también? Vale, quieres que cambie, me he enterado
pero tú no pareces escuchar nada de lo que te digo. Tengo 15 años, y los problemas son un mundo a esta edad claro, pero a ti no te entra. ¿Crees que no lo intento?
Pues claro pero, no se cambia de la noche a mañana, para que lo sepas. Y que si tú estás harta yo el doble que tú, creeme.

2 comentarios:

Agrimonia dijo...

Sencillamente genial.

Marta. dijo...

ais que linda eres :3333 gracias ♥