The Edge Of Glory. Capítulo 15

Capítulo 15. Izan.

Era viernes por la tarde. Apenas serían las cuatro cuando esperaba en mi coche a Lexi. Puse la radio. Sonaba una canción familiar. Billionaire de Bruno Mars. Me puse a cantarla dejándome llevar por la letra. Estaba tan metido en la canción, que no noté cuando Lexi se asomó por la ventana del copiloto mientras sonreía ampliamente.  Me callé en seco. Sentí que la había cagado y bien.
-Dime que no me has oído.
-Lo siento pero, no. Te he oído. Cantas bien.-Abrí el seguro y dejé que se sentara. Llevaba unos jeans ajustados de color azul marino con una camiseta blanca que dejaba al descubierto su hombro izquierdo. Me entraron unas ganas irremediables de besarla pero, me contuve. Dejó su maleta en el asiento trasero y se acomodó. Sería un viaje un poco largo, aunque merecía la pena.  La playa de Jacksonville era increíble. Las puestas de sol que se podían divisar desde allí son lo más hermoso que se podía ver en aquel sitio. Estaba deseando enseñárselas a Lexi. Le encantarían.
Las horas pasaron rápidas. Paramos un par de veces para descansar y tomar algo en algunas cafeterías para refrescarnos. Lexi estuvo gran parte del viaje concentrada en ir cambiando de emisora de radio para buscar la canción perfecta. Muchas de ellas las conocíamos y ambos las cantábamos metidos en el papel.
-¿Cuánto queda?-Lexi estaba acurrucada en su asiento mirándome por debajo de un sombrero de paja que le había comprado en una de nuestras improvisadas paradas. Le haría falta.
-Pues, unos cinco, diez minutos.-Le sonreí.
Se incorporó de golpe y lo miró todo. Las tiendas y supermercados se extendían a ambos lados de la carretera.  Lexi parecía emocionada por llegar a nuestro destino. No le había dicho nada de la pequeña casa que había alquilado cerca de la playa. Quería que fuera sorpresa. Supongo que se imaginaba que iríamos a un hotel o algo por el estilo.
La playa se empezó a hacer visible ante nosotros. Apenas una franja de color azul marino se extendía ante nosotros pero, fue ensanchándose hasta que por fin, aparqué. Nada más quitar el seguro, Lexi saltó fuera del coche. Su sombrero vaciló en su cabeza pero lo agarró antes de que se cayera. Se quitó las sandalias que llevaba y enterró los pies en la arena. Parecía que era su primera vez. Me acerqué a ella y la rodeé con mis brazos. Posé mi barbilla en el hueco de su hombro y pude ver una pequeña sonrisa adornando su rostro. Se giró hacia mí y me besó. La apreté más contra mí. No quería dejarla marchar nunca. Recordaba esta sensación. La experimenté cuando estaba con Eve pero, esta vez era algo distinto.
-Vayamos a guardar las maletas.
-Vale.
Volvimos al coche y sacamos nuestro equipaje. Lexi no sabía a dónde íbamos pero, cuando vio la casa, una sonrisa adornó su rostro. Me miró con la boca abierta y negando con la cabeza. No se lo creía. Mi madre tenía mucho dinero, es algo que no nos faltaba, así que me permitía algún capricho de vez en cuando. Abrí la puerta y dejé que Lexi pasara primero.
Miró todo con detalle. El piso de abajo tenía un amplio salón adornado con cortinas de color naranja. Los muebles estaban todos hechos de madera. Había un sofá justo a la izquierda en frente de la televisión y una chimenea justo al lado. La cocina quedaba a la derecha. Contaba con un poco de todo. Seguí a Lexi con las maletas. Ella parecía entusiasmada. Tocaba las cortinas y bromeaba sobre que el color que tenían se asemejaba al de su pelo, se sentaba en el sofá y pataleaba feliz como una niña pequeña, llegaba a la cocina y habría el frigorífico mirando la comida que había en él. Cuando reparó en las escaleras, no dudó en subirlas. Saltaba de dos en dos escalones y llegó arriba en apenas un par de segundos. Intenté subir las maletas por las escaleras pero, sin ayuda no podía. Lexi se paró y bajó corriendo a ayudarme.
-Perdona.-Se reía avergonzada. Cogió su maleta y la subió como si nada.
“Menuda fuerza tiene esta chica”. Sacudí la cabeza e hice lo mismo con la mía. Ella ya había llegado al piso superior. Inspeccionaba los cuartos curiosa.
En el piso de arriba había 5 habitaciones: Un cuarto de invitados, una especie de trastero, un dormitorio, en frente otro algo más grande, y a su lado, el cuarto de baño.  Lexi dejó su maleta en el cuarto pequeño, así que puse las mías junto a las de ellas.
-¿Qué haces?-Me miró extrañada.
-Tú cuarto es aquel grande.-Le señalé el otro dormitorio.
-¿Quién ha dicho eso?
Bajó el asa de su maleta y se sentó decidida en la cama. Iba a costar hacerla entrar en razón, o…
-Pues nada…tendré que hacerlo por las malas.
La cogí desprevenida y la cargué en mi hombro. Pataleaba e intentaba zafarse de mi agarre pero, oía su risa. Llegué a la otra habitación y la solté en la cama. Me arreglé la camiseta y me dispuse a volver al otro cuarto aunque, algo me detuvo.  Lexi me tiró junto a ella y nos quedamos un rato en silencio mirándonos. No podía apartar la vista de sus ojos, su boca, sus labios…Sacudí la cabeza y me incorporé. Le di un fugaz beso y me marché a deshacer las maletas. Al caer la noche, llevaría a Lexi a dar un paseo. No había prisa. Teníamos todo un fin de semana por delante.

4 comentarios:

My Stroy dijo...

Genial, como siempre.
Espero ya el cap 16
Un besazoo

Marta. dijo...

thaaaaaanks :$ jajaja un beso :D

SL_12 dijo...

Puagh, me he leido los 15 de una tirada!! :D
Todos estan genial, me encanta como escribes..!
PS. te sigo! ;)

Marta. dijo...

uf pues muchas gracias :) me alegro que te guste! besos :D